El próximo día 9 de noviembre se cumpliran 20 años de la caída del muro de Berlin, y ya desde hace días asistimos a especiales televisivos y múltiples eventos recordatorios.. me parece bien.. pero en este nuestro siglo XXI, el de la defensa de los derechos humanos, el de los premios nobel de la paz, bien reciente el ultimo hay mas muros que derribar aun.. hoy quiero hablar sobre uno que conozco, contar una historia para la que el mundo se tapa los ojos, porque le da vergüenza, y es mejor no saber...
Hoy voy a escribir que entre el Sahara y marruecos hay un muro del que nadie habla, 20 veces mas largo que el de Berlin e infinitamente mas cruel, un muro de 2700 kilómetros construido en 1983,guarnecido por 160.000 SOLDADOS ARMADOS, 240 baterías de artillería pesada, más de 20.000 Kms de alambre de espinos, miles de blindados y MILLONES DE MINAS ANTIPERSONA prohibidas por las convenciones internacionales, un muro que divide a la población saharaui, que partió familias enteras, con el único fin de poner fuera del alcance de sus LEGITIMOS propietarios el territorio saharaui invadido por el reino marroquí.
De un lado la parte rica, minas de fosfatos, petróleo y bancos de pesca, la población saharaui bajo la represión... del otro, solo desierto, y la población saharaui abandonada tras huir de los bombardeos....
Es en este lado donde se encuentra el pequeño del que tantas veces he hablado y al que este verano prometí seguir haciéndolo.. allí esta Lebey, con sus 11 años, sabiendo que del otro lado tiene familia, que solo podrá ver si la ONU puede organizarles un encuentro, familiares que ya solo conoce su abuela.. han pasado mas de 30 años... este año Lebey me dijo, "Ana, si no vuelvo... tu vendrás por mi??"
Hoy solo quiero contarle al mundo que existe otro muro de la vergüenza, un muro que permite que en el siglo XXI se sigan vulnerando derechos humanos...
El próximo 14 de noviembre a las 12 iré a la puerta del sol para pedir justicia y libertad para los saharauis, para que esas familias puedan volver a estar juntas, pero sobre todo Lebey para que cuando vuelvas a preguntarme "Ana, si no vuelvo, tu vendrás por mi??"no quedarme callada,con lágrimas en los ojos, agarrándote con fuerza y en cambio poderte responder, "Lebey cariño, puedes venir siempre que quieras, porque eres LIBRE... "
